El papel higiénico es un bien escaso en las Unidades Militares del Ejército para las Misiones de Paz, y operaciones de Proyección del Reyno de España. En la época de Franco, no había papel higiénico en las letrinas. Hoy tampoco, es la causa oculta de un malestar. Este malestar se manifiesta en términos más esmerados en declaraciones como las del general Pitarch en ABC.
Tras el 23F bastó que González descubriera la docilidad del colectivo generalable para ponerlo a comer de su mano. Abrió la carrera y el futuro de la profesión a militares que ocuparon destinos de mando en las FOPs (fuerzas de órden público).
Nos tocó padecerlos por duplicado, primero en la calle, cuando con altavoz en mano conminaban a los grupos de manifestantes con su triste mantra: ¡disuélvanse! y la consiguiente orden ejecutoria a base de porretazos. Luego como jefes de los destinos de todo el Ejército de Tierra.
Esos militares pretorianos: sabían obedecer adivinando los deseos del político que les elegía, y mandar ejecutar lo insinuado y pocas veces ordenado.
Tantos años oyéndolo, acabaron asimilando el grito de los manifestantes:
¡Disolución de los Cuerpos Opresivos!
De la Democracia temían lo peor: perder su puesto de trabajo, como poco.
Tantos años oyéndolo, acabaron asimilando el grito de los manifestantes:
¡Disolución de los Cuerpos Opresivos!
De la Democracia temían lo peor: perder su puesto de trabajo, como poco.
Ellos que desde lejos ordenaban cargar, a una tropa policial mal formada, y peor uniformada, con zapatos de calle brillantes, pistola con un atalaje que se volteaba cual badajo, y porra en mano contra quién pillaran por medio, tuvieran que ver o no con la manifestación. Sólo por haberles pillado enmedio.
Los Cuerpos Opresivos o Fuerzas de Orden Público no participaron en el 23F, y al jefe supremo costó encontrarlo una vez iniciada la ejecución del Golpe de Estado, sin telefonía móvil no se le pudo localizar, hasta que unos policías a sus órdenes identificaron su coche oficial aparcado en las proximidades de un hotel, donde echaba una siesta.
Agentes del CESID participaron para dar cobertura de transmisiones, movimientos y jalonamiento de vehículos a las tropas de la Guardia Civil reclutadas a la vez que se iniciaba el golpe.
Fracasado el 23F, como era de esperar, el temido PSOE entra en el gobierno. Facilita la reincorporación al Ejército de los oficiales que mandaban las Fuerzas de Orden Público, y la de espías del CSID que habían trabajado para la logística del 23F.
En ese momento se da un golpe de Estado en el interior del Ejército. A los militares provenientes de las FOPs se les dan amplias prerrogativas para reducir el Ejército. Estos militares pasaron de temerse lo peor, a ser los colaboradores eficaces del felipismo en su política de reducción del Ejército, y continuaron con Aznar, quién por no querer saber del tema continuó con la política de especulación del suelo de los recintos militares.
Los militares provinientes de la AGM en su tercer periodo histórico, como el Teniente General Faura -con su mejor espíritu- colaboraron en desmantelar el Ejército de Tierra en España.
Hicieron de generales lo mismo que de tenientes, o capitanes al mando de las FOP,s. Gritar a las Unidades Militares con voz de mando: ¡Disuélvanse!
Y disciplinadamente éstas se disolvieron, los acuartelamientos se repartieron entre políticos, para viviendas, otras instituciones.
Los militares que no se disolvieron a sí mismos, fueron recluidos en bases, enviados a cualquier lado del mundo en misiones de paz, sin presencia en la sociedad española, aislados en bases ghetto.
Se queja el Teniente General Pitarch de la falta de prestigio de la milicia española, en especial por la actitud del gobierno y su manipulación del perfil de carrera. El presunto militar progresista lo dice ahora que va a pasar a situación de reserva. Con el agravante de haber aceptado un cargo de libre designación con ocasión del cese de un camarada suyo,[general Mena], públicamente sancionado por hacer uso de su derecho de libertad de expresión.
En eso no se ha producido ninguna novedad en más de los veinte años que esto sucede, sin que el general quejumbroso dijese por escrito ni una palabra.
¿Se acaba de dar cuenta el general Pitarch?
Estas quejas ¿se repetirán conforme pasen a la reserva los generales "defraudados" ante tanta insensibilidad del gobierno de España?
Qué ingenuo...
Mientras tanto en los cuarteles se les reparte a los reclutas y voluntarios reservistas un rollo al mes, si es que llega.
1 comentario:
CARTA DE UN MILITAR A SU BANCO: Muy señores míos: Por la presente lamento comunicarles que he decidido pagar un 5% menos en el recibo mensual de la hipoteca que tengo con su banco. Ha sido una decisión difícil pero me es imprescindible recortar gastos para salvar mi economía particular y reducir mi déficit. En situaciones como ésta es cuando todos debemos arrimar el hombro por lo que les pido comprensión y solidaridad. Al fin y al cabo yo, como el resto de ciudadanos, colaboré en su día en la inyección de liquidez que recibieron ustedes para salvar el sistema financiero. En realidad me he visto forzado a tomar esta decisión porque mis padres, al ver el saldo de mi cuenta corriente, temen verse en la obligación de dejarme dinero y ustedes, como banqueros que son, saben mejor que nadie que no tiene sentido poner capital si no es para conseguir pingües beneficios. Me he informado y sé que es lícito tomar este tipo de decisiones de forma unilateral y sin previa negociación (Hay precedentes, ver declaraciones del Presidente del Gobierno en el parlamento el pasado 12 de mayo). Aprovecho la ocasión para comunicarles que ya dispongo de suficientes sartenes y no necesito que me regalen ninguna más. Atentamente, Un funcionario hipotecado
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