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lunes, 8 de febrero de 2010

El cesado General Mena, se defiende escribiendo un libro

Comentarios de El Confidencial Digital

 NDP el General Mena que promociona un libro de contenido político, ya había sido denunciado por abuso de autoridad, con antelación a su cese por Bono.


Militares para la Democracia, MpD, manifiesta su respeto y se congratula por la decisión del general Mena de publicar un libro sobre motivaciones del discurso por el que fue cesado y benévolamente arrestado en 2006 por el Ministro de Defensa Bono. Sin duda este arresto, con privación de libertad,  se lo hubiese evitado el general de haberlo publicado de comandante. El libro de un general arrestado y cesado no tiene el valor y frescura que de militar activo.

Ahora bien, lamentamos tener que hacer saber que el general Mena había acumulado como Mando de Personal del ET (MAPER) todas las atribuciones sin límites sobre personal que tenían los Mandos Regionales en materia administrativa, así privó a los administrados de un escalón de control ante los  posibles abusos en materias de destinos,  calificaciones y ascensos, que se cometieron en Defensa durante los últimos gobiernos de Felipe González y etapa de Aznar.

Mientras el general Mena ejerció como Mando del Personal del Ejército de Tierra (MAPER) hizo valer su poder para destrozar la carrera de muchos de sus iguales, militares pero de menor empleo. Por lo que fue denunciado por posible abuso de poder  y deslealtad hacia los subordinados, denuncias que nunca llegarían a ninguna instancia con capacidad de investigación pues eran desviadas a autoridades subordinadas sin competencia, o escaqueadas por sus asesores jurídicos.

El general Mena como Mando de Personal actuó como gran  inquisidor, al menos, con quienes su camarilla catalogó como "militares demócratas" y mientras fue Mando de Personal. Tanto este general como los Jefes de Estado Mayor: Faura,  Santallana  y Sintes se preocuparon más de su prestigio personal que de la eficiencia del ET colaborando en la autoliquidación del propio Ejército tomando ellos la iniciativa con sus propias propuestas, y sin que éstas le hubieran sido ordenadas por Ley ni orden resultante del Parlamento.

El cese del general Mena fue tardío, pues las denuncias contra Mena por posible abuso de poder (deslealtad hacia los subordinados) se presentaron al Ministerio de Defensa siendo Trillo ministro, no investigando ni resolviendo sobre el caso. Mena no dudó en desatender las quejas administrativas que contra su gestión se presentaban, devolviendolas a origen, interceptandolas para desviarlas  a vías espúreas. La buena fama que contaba antes de ser Mando de Personal se empañó al proceder con personal enquina contra iguales suyos de menor graduación que ante su grandísimo poder acumulado,  nada podían hacer.

El grandísimo esfuerzo que utilizaron estos generales para perseguir por vías espureas a subordinados que ellos consideraban eliminables, ya debieron ejercerlo para hacer eficientes sus cometidos en seguridad de las Tropas, que como queda demostrado en el accidiente del Yak42 éllos no estaban al tanto, a pesar  de ser ellos los responsables de atender las quejas  emitidas por los militares que por sus órdenes montaban en esas chatarras volantes.

Recordemos que el General Sintes, entonces JEME, chuleó con declaraciones tipo: "nosotros no organizamos viajes de novios a Cancún" y para demostrar la seguridad de los vuelos se montó en uno de ellos. Al ser cesado este general reaacionó despotricando de los políticos, cual déspota al descubierto.

Estos generales crearon un ambiente en el Ejército de Tierra de psicoterror con la posibilidad de ejercer a plena discreción uso de los destinos de subordinados como Libre Designación (que correspondía el Ministro de Defensa y para determinadas vacantes catalogadas), y gestionaron de facto una "gestapillo" para promover Calificaciones negativas a quienes esa "gestapillo" les señalaba como "indignos".

En las tramas de las "gestapillo" siempre andaban militares que habían pertenecido al CESID, y a otros servicios de información militar de carácter siempre ambiguo que igual organizaban misas a Franco, que confeccionaban listas con los asistentes a la misa.

La catástrofe del Yak 42 supuso la inflexión de un régimen de psicoterror en el Ejército de Tierra,  a otra fase en que los políticos son conscientes de que la responsabilidad recae también en ellos, y por tanto deben escuchar las quejas y sugerencias que en uso de su derecho de participación realicen los militares, con independencia de su empleo.

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