Eso, eso: que empiece la historia de San Hermenegildo y la que referimos de Lavoisier.
Seguimos ahora....con la expresión regia transformada en positivo: ¿por qué tú te callas?
San Hermenegildo habló y le cortaron la cabeza. Fue su propio padre, el rey godo Leovigiildo quien se lo cargó. Su propio padre ordenó decapitarlo para que no cundiera el ejemplo de que uno "de los tuyos" use su cabeza de manera autónoma. El principio godo de funcionamiento se llamaba witicismo, la forma de pensamiento único de la época. Lo que pensara o creyera el rey, será lo que piensen y crean todos los súbditos, y ale, al que no lo admita, se le corta la cabeza.
Es inútil creer que si te callas te la perdonan, si contrapiensas tu mirada te delata, el brillo mate de tus ojos de deja en evidencia por más que sonrías. Te cortarán la cabeza si eres consciente de que estás en algo que carece de sentido, o es contrario a lo que sientes, sabes o crees.
Si hablas por haber hablado, si escribes por haber molestado. Te corarán la cabeza con tu colaboración. Te pedirán antes que delates a tus colegas. Por lo que no debes de dejar de hablar, de escribir o divulgar. Si por miedo a padecer, te callas: ya padeces y además de la lengua tú mismo te cortas la cabeza.
Si hemos de morir, muramos; pero hablando, escribiendo o cantando...No te calles.
Nuestro próximo comunicado será el día 2 de mayo, a propósito del primer golpe de Estado en la Historia de España.
Juan
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