Bienvenido al Colectivo independiente Militares para la Democracia


Sin militares celosos de sus obligaciones y derechos, la disciplina militar no es virtud, es sumisión de esclavo romano.

Buscar este blog

miércoles, 17 de febrero de 2010

Los militares de la U. M. D. fueron víctimas de posible delito de abuso de autoridad.

Si el gobierno no corrige las estructuras que dieron lugar a la injusticia, estará haciendo caridad con unos pocos.

Recordamos que con la actual legislación cualquier militar podrá ser objeto de iguales injusticias que padecieron los ahora reconocidos, y una de ellas, es ser privados del derecho a asociarse y elegir a sus representantes.


La concesión de reconocimientos legales, oficiales y públicos de los miembros de la Asociación Unión Militar Democrática es un acto de grandísimo interés social y profesional para la milicia. Este reconocimiento pleno repara moralmente la injusticia cometida contra unos militares en el ejercicio de sus derechos humanos por la maquinaria del Estado. En este caso el abuso cometido lo fue por la cúpula de los ejércitos implicados, y por el estamento de la Justicia Militar que juzgó y condenó a estas personas ahora resarcidas.

Los militares que ahora se condecora, fueron parte de los juzgados, pero no están todos, pues a simple ojeada del BOD y del BOE faltan dos: el ya fallecido Busquets, y  Pitarch, aunque podría faltar alguno más.


Ha quedado en evidencia que estos hombres sufrieron acoso moral siendo:
  • aislados de sus iguales.
  • removidos frecuentemente de sus destinos.
  • difamados en su vida profesional y personal.
  • privados de su trabajo e ingresos, y de libertad en procesos administrativos. se les procuró la muerte laboral con sentencia judicial, con penas de cárcel.
  • Comprometiéndoseles la salud en todos sus sentidos.
El Estado estaría haciendo caridad, si  ahora que reconoce los méritos de estas personas, no anula las sentencias, y corrige la organización que facilitó la injuria. Es decir, el Estado sigue sin promover la Justicia en esta materia.

Los militares ahora condecorados son la punta del iceberg de una legión de militares, servidores de la democracia en España, que desde entonces a nuestros días, han sufrido y padecerán acoso institucional en las Fuerzas Armadas por procedimientos sutiles.

De la experiencia de los juicios a la UMD y del 23F, la máquina de gestión de personal en las Fuerzas Armadas aprendió a no abordar directamente los problemas. Así, mientras los militares acusados de pertenecer a la U. M. D. y 23F tuvieron un juicio escrito y documentado, los siguientes represaliados no lo tendrían, padeciendo encarnecimiento administrativo y violencia psicológica asimétrica, acciones encuadradas en el término acoso institucional, acoso moral o mobbing.

Tras el 23 de febero numerosísimos militares fueron aislados, marginados, y privados de libertad sin mediación de la Justicia Militar en los llamados Centros Disciplinarios. Muchos no pudieron hacer frente al terrible acoso cayendo enfermos, sufriendo accidentes provocados por el estrés, o quitándose la vida.

Este proceder (a veces grosero)se ha instaurado en las Fuerzas Armadas y es amparado por la Justicia Militar que no sabe abordar el delito contra la eficacia de las fuerzas armadas denominado: deslealtad por abuso de autoridad.

Entendemos que mientras exista la Justicia Militar, y ésta dependa para destinos, premios y ascensos del Ministerio de Defensa, o,  sus miembros no se especialicen, pudiendo hacer de Asesores Jurídicos y Jueces alternativamente, el problema no tendrá solución. Amparar el abuso de autoridad es más rentable que etneder a los justiciables que lo denuncian, debido a la maleabilidad de las situaciones de cada juez, éstos seguirán siendo permisivos con ese delito: cifra negra de los delitos no denunciados según el Jurista Rodriguez Villasante.

Queremos felicitar a los militares ahora restituidos, aunque echemos en falta por motivos aún no explicados, las referidas ausencias de Pitarch, o Julio  Busquets.

Nuestro colectivo hará campañas de sensibilización sobre la necesidad de desligar de las estructuras de Defensa a la Justicia llamada militar.

Consideramos como solución inmediata la disolución de ese cuerpo, que no garantiza la independencia de la Justicia, y ni por su formas, se libra de las sospechas de falta de imparcialidad, como con estas condecoraciones y juicios precedentes, queda palmariamente demostrado.

No hay comentarios: