RESUMEN: Lecciones aprendidas con el objeto de que se tomen medidas en España para mitigación de estos riesgos, y posibilitar la ayuda inmediata a otras catástrofes en territorio nacional o próximo.
Las actuales inundaciones en Andalucía, son una catástrofe. Las Asociaciones agrarias (ASAJA) demandan la presencia del Ejército, especialmente pontoneros...pero ¿tiene España especialidades militares para mitigar los efectos de estas catástrofes?
Dónde están los pontoneros, y las unidades de Asistencia Sanitaria, y logística en general.
Los cuarteles andaluces dedicados a la logística, se cerraron en tiempos de Gonzáles y Aznar. Cuando los militares españoles volvían de Bosnia, "se encontraton sus acuartelamientos cerrados con un candado y un letrero en la puerta: SE VENDE" según J. Molina.
Hace una treintena de años unos matemáticos franceses trataron de modelizar un sistema que permitiera explicar las catástrofes (Teoría de las Catástrofes, René Thorn). Empezaron definiendo qué es una catástrofe, y situándolas en el lugar donde se producían. Para Thorn y sus colaboradores una catástrofe es un cambio brusco entre dos situaciones de equilibrio. Los lugares donde se producen son la mente humana, en la sociedad y en la naturaleza. Dentro de la naturaleza en los sistemas naturales de las plantas, los seres vivos y el medio ambiente. Las catástrofes estarían producidas por la propia naturaleza, o inducidas por las actividades humanas, tanto individual como colectivamente.
Ejemplos de catástrofes en la mente humana sería la esquizofrenia, en la sociedad la aceptación popular de sistemas políticos perversos como el nazismo, marxismo y fundamentalismo, o las guerras; y en la naturaleza los terremotos o las catástrofes inducidas por la acción humana: intoxicaciones multitudinarias por gases de la industria pesticida en Italia (1976) y en Bhopal en la India. Lentamente, es una catástrofe la contaminación de los acuiferos y la desertización del medio ambiente por malas prácticas agrarias.
Siguiendo esta teoría, las catástrofes de la naturaleza no se pueden evitar pero sí mitigar. Así una catástrofe del tipo de Haití se podría mitigar con una legislación antisismica en la edificación de obras públicas y edificios. Un terremoto de esa magnitud en Estados Unidos produce muy pocas víctimas, pues existe una legislación y unas medidas de control que demuestran su eficacia. Ocurrió en Japón en Kobe con una destrucción por derrumbe casi total, pero amplificada por los incendios al ser las casas de madera. Con el tiempo otro terremoto en Japón de igual magnitud al de Kobe no produjo apenas daños al haber observado una normativa antisismica. La anomía o falta de normas lógicas en una sociedad es un motor de desastres, como queda -por desgracia- demostrado en Haití: una nación que ha vivido sometida al imperio de dictadores de todo tipo, empobreciendo a las personas con el vudú, y alejandolas de la formación.
Otro factor importante a tener en cuenta en la mitigación de los efectos de las catástrofes es la capacidad organizativa de la sociedad. Esto no se improvisa, para mitigar una catástrofe la organización militar es un servicio imprescindible, dada su capacidad de apoyo prolongado en materias como comunicaciones, transporte, distribución ropa, alimentos,medicinas, rescate de heridos y hospitalización, y otros apoyos logísticos variados: máquinas, aguadas, veterinaria, duchas, lavanderías y cocinas de campaña, castramentación.... Pues una organización que está preparada para la catástrofe de la guerra, también está preparada para la catástrofe sísmica.
Estados Unidos ha enviado un importantísimo contingente militar a Haití, no lo ha pensado dos veces: pueden y lo hacen. El portaaviones hace de potabilizadora, de hospital de urgencias y de base de transporte. Los marines colaboran como policía y mano de obra para montar hospitales de campaña, son conductores de transportes que llevan medicinas y alimentos, y traen heridos a los centros de hospitalización de campaña. Están coordinando el tráfico aéreo en una nación donde las torres de control de los aeropuertos han caído. Ese potencial no se puede quedar esperando a que una cumbre de naciones bien intencionadas se pongan de acuerdo. Cuando esto suceda, el acuerdo de Europa y Francia a su aire, Estados Unidos habrá establecido una organización en el territorio de la catástrofe que posibilitará las ayudas de Europa, y otras naciones de América para que puedan reconstruir el país afectado.
La reconstrucción de Haití sería ineficiente si se limitaran las ayudas internacionales a reedificar lo destruido: hay que crear escuelas, pues sólo la formación es capaz de transformar un pueblo y dotarlo de autonomía.
En la mayoría de las ciudades de España que sintieron el terremoto de Lisboa en 1755, tuvieron que adaptar sus normativas en edificaciones públicas a la sismología, así observamos cómo ciudades muy atacadas por los terremotos como Granada, no acabaron de levantar las torres de su catedral, o la misma catedral de Jaén que se abstuvo de colocar pesadas campanas en una de sus torres. Sin la actual capacidad de cálculo de estructuras, los constructores de catedrales y otros edificios notables aplicaban técnicas antisismicas como poner planchas de zinc entre los pilares para que éstos absorvieran los movimientos y no quebrasen los pilares etc...se observa cómo en terremotos de Iberia las catedrales de los siglos XVII y XVIII permanecieron en pie.
En los años 50 España tenía estructura militar de campaña para atender los terremotos de Alcazarquivir en Marruecos, y las inundaciones de Tunicia. Pero y ahora, España ¿tiene estructura logística de campaña para atender las inundaciones de Andalucía?
España ha perdido una gran capacidad de minoración de catástrofes al eliminar la estructura territorial de la Logística de Campaña en la última etapa del gobierno de Gonzalez y primera de Aznar.