Pues bien, si el militar en activo tiene ese derecho individual no restringido, quienes estamos libres de sujecciones jerárquicas, con más motivo debemos y podemos hacer uso libre del derecho ciudadano de participación, y libertad de expresión y divulgación de ideas.
En ese encuadre nuestro colectivo inició en mayo de 2010 la OPERACIÓN ÉPSILON: PEQUEÑO Y APRECIABLE.
La operación Épsilon, toma su nombre del término matemático con que se culminan los desarrollos de series en cálculo infinitesimal. A ese término se le solía agregar injustificadamente el latiguillo siguiente: más épsilon, término que por pequeño puede ser despreciable.
Esa visión de que por pequeño se pueda ser despreciable, es lo que nos lleva inconscientemente a todos a considerar que la vida humana, por pequeña, y vulnerable pueda ser despreciable, como de hecho sucede en España, y la generalidad de lo que se llama Occidente: Europa y Norte América.
NOS PREGUNTAMOS: ¿Merece el Partido Popular ser considerado una opción de voto respetuoso con la vida humana desde sus comienzos?
INTRODUCCIÓN:
El Partido Popular, o AP, no participó activamente en la promoción de la liberación del aborto en 1985, al contrariose significó por la Defensa del Derecho de todos a la vida. Pero una vez legalizada la despenalización de unos casos, en las comunidades en las que tenía competencias, jamás se preocupó de la fiscalización de los casos, limitándose a legalizar clínicas y pagar los abortos realizados por cuenta de Sanidad. Mientras el Partido Popular con Aznar gobernó España, no hizo nada por derogar la Ley despenalizadora del aborto, ni por fiscalizar las clínicas de abortos, que se limitó a facilitar la legalización y pagar los abortos por cuenta del Estado.
HEMOS ENCONTRADO:
Que el Partido Popular en las Comunidades Autónomas en las que gobierna paga los abortos, y concienta con empresas abortistas la fijación de precios para esas actividades, presupuestándolas.
Que Federico Trillo en nombre del Partido Popular ha elaborado un recurso de 133 páginas para tratar de oponerse a una serie de artículos de la Ley del Aborto ahora en vigor, por la que el aborto pasa de ser un crímen despenalizado, a ser considerado derecho y servicio a ofrecer por las administraciones de Sanidad Pública.
Un gran sector del electorado pro vida viene votando al Partido Popular como un mal menor, para alcanzar una situación que permita abolir el abortismo institucional.
ESPERÁBAMOS ENCONTRAR: declaraciones públicas de los dirigentes del Partido Popular comprometiéndose en abolir cualquier ley de aborto, o cualquier normativa que induzca a la eliminación de seres humanos en su fase intrauterina.
CONCLUIMOS:
que el Partido Popular no contacta con el sentimiento social de una significativa parte de sus votantes potenciales de rechazo de las leyes y prácticas de aborto inducido.
que el Partido Popular no manifiesta sensibilización suficiente como para abordar en sus organos un ejercicio de voluntad para abordar la abolición del abortismo en caso de llegar al poder.
POR LO QUE RECOMENDAMOS:
A votantes buscar dentro del espectro extraparlamentario otras opciones políticas que decididamente manifiesten en sus programas electorales la abolición del abortismo, y darles la confianza del voto, para que tengan esa oportunidad y regeneren el panorama parlamentario.
A militantes y simpatizantes: ejercer presión sobre los dirigentes con quienes tengan contacto, y manifestar en los foros y canales de internet sus opiniones partidarias de la abolición del abortismo.



Trinidad Jiménez, se muestra orgullosa de la ley abortista diseñada por su colega y camarada Bibiana Aido. Resulta sorprendente que una ley denominada de salud reproductiva no haya sido elaborada por el ministerio que se encarga de la salud pública. Pero más sorprende que la ministra de sanidad apoye, desde la barrera, una ley que permite matar a los seres humanos antes del parto y que lesiona la salud de la mujer. Por si no fuera poca la responsabilidad de la ministra de sanidad, la ley que aplaude pretende obligar a la clase médica a cooperar para facilitar que una madre pueda exigir de los médicos que la ayuden a matar al hijo del que están embarazadas cuando sea indeseable y adiestrar a médicos y sanitarios en formación para que aprendan las técnicas homicidas del abortismo técnico. Y para colmo toma parte para imponer un modelo de sexualidad que engaña sobre lo que es el “sexo seguro” fomentando métodos antimaternidad y la promiscuidad en la escuela, y sobre lo que es ese otro dogma político de la “identidad sexual” frente a lo que la comunidad científica no ha llegado a acuerdo para definirlo ni en la metodología para su evaluación. La ignorancia científica de Bibiana Aido resultó patente cuando, en entrevista en la Ser, afirmó: “que no existía evidencia científica de que un feto fuera un ser humano”. Se entiende que esta señora nunca ha estudiado Embriología Humana y puede que ni Biología General en la enseñanza secundaria. Trinidad no demuestra menor ignorancia que Bibiana. De lo que sí parecen saber es de métodos para no desarrollar la feminidad en su maxima expresión impidiendo la maternidad. Ninguna de las dos es licenciada en medicina y sin embargo se arrogan la potestad; una, de elaborar leyes que afectan a la salud y a los médicos y, la otra, de consentirla sin crítica ni oposición en una clara dejación de funciones.Ambas están marcadas por una ideología de partido de corte totalitario y ninguna tiene ni idea de ciencia, de educación sexual, de deontología, ni de ética médica, y tampoco mucha, visto lo visto, de ética política ni de prácticas de buen gobierno. Pero Trinidad Jiménez no tiene excusa. Yo mismo, junto con otras tres ginecólogas , entregamos en el ministerio de la Srª Jiménez una copia del Código de Ética y Deontología Médica en vigor, junto con un video que demuestra la vitalidad, la realidad personal, y la corporalidad humana del ser humano en las etapas iniciales de su vida. http://www.abc.es/20091009/sociedad-salud/ginecologos-entrega-jimenez-ecografias-200910091841.html Este código, de obligado cumplimiento para todo médico(art 2.1), establece que el médico nunca causará la muerte ni aunque se le solicite,(art 27.3) que el ser humano embriofetal debe ser tratado con las mismas directrices éticas que cualquier otro paciente (art. 24.1), que el médico es un servidor de la vida humana (art 23.1), que respetar la vida humana y la dignidad de la persona son los deberes primordiales del médico (art 4.1), que los médicos estamos dispensados de actuar si se nos exigen procedimientos que por razones científicas y éticas juzguemos inadecuados o inaceptables (art. 9.3) o que nunca perjudicará intencionadamente a un paciente ni actuará con negligencia (art. 4.4)Las razones éticas y científicas que invoca el art 9.3 son precisamente las que hacen que todo el mundo esté de acuerdo en que el aborto es una decisión desagradable y un trauma para la mujer. Trauma que daña su salud y le mata un hijo. Esas son la razones éticas y científicas (no religiosas ni ideológicas) que impiden que un médico, que actúe conforme a la ética, perjudique intencionadamente a la mujer con una interrupción homicida de la gestación ni aunque ésta lo exija en una situación de presión o de depresión. Al contrario, estaremos favoreciendo la salud de la mujer si tratamos su depresión y hacemos un refuerzo positivo para evitar; que participe en la muerte voluntaria de su hijo, los riesgos físicos de un arrancamiento quirúrgico y los de un trauma postaborto. Con el silencio administrativo nos respondió de Trinidad Jiménez, el mismo silencio cómplice y cobarde que ha mostrado haciendo dejación de funciones en defensa de la salud de las mujeres y de sus hijos ante una ley homicida contraria a la deontología médica y a los derechos fundamentales de sus administrados. Por aplastar bajo sus tacones la vida de los hijos, los derechos de padres y médicos y la dignidad de la mujer tampoco tiene perdón. Esteban Rodríguez.Ginecólogo